Este 15 de septiembre se conmemoró el 204° aniversario de la Independencia de cinco naciones centroamericanas: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, que en 1821 proclamaron el fin del dominio español, dando inicio a una nueva etapa de autodeterminación y soberanía.
Aquel histórico acontecimiento marcó un antes y un después en el destino de la región. Inspirados por las luchas independentistas que recorrían América, los pueblos centroamericanos decidieron trazar su propio camino, dejando atrás la dependencia colonial para construir repúblicas libres, con identidad propia y un fuerte sentido de pertenencia cultural.
La Independencia, más allá de un hecho político, significó un compromiso con la libertad, la justicia y la búsqueda de sociedades más equitativas. Estos valores siguen vigentes en la actualidad y se proyectan en los procesos de integración regional, en la cooperación internacional y en los vínculos que cada país mantiene con el mundo.
En el presente, los cinco Estados celebran no solo su historia compartida, sino también la riqueza de sus culturas, su diversidad y la fortaleza de sus pueblos. Argentina mantiene sólidos lazos diplomáticos, económicos y culturales con Centroamérica, fomentando la cooperación Sur-Sur, el intercambio académico y el acercamiento entre sociedades.
La efeméride invita a reflexionar sobre la importancia de la unidad latinoamericana frente a los desafíos globales, consolidando una región que comparte raíces, aspiraciones y un futuro común.