Entre la memoria y la gratitud: Hungría celebra su revolución y despide a su Embajador

En el marco del 69° Aniversario de la Revolución Húngara de 1956, la Embajada de Hungría en la República Argentina llevó a cabo una emotiva ceremonia en conmemoración de uno de los capítulos más significativos en la historia moderna del pueblo magiar.
El acto evocó la valentía y el espíritu de libertad de aquellos hombres y mujeres que, en octubre de 1956, se alzaron contra la opresión, dando al mundo un testimonio ejemplar de dignidad, coraje y amor por la patria.

Durante la ceremonia se destacó el profundo vínculo que une a Hungría con Argentina, dos naciones que comparten una firme convicción en los valores de la democracia, la soberanía y la paz. En este contexto, se rindió homenaje a la comunidad húngara residente en nuestro país, que ha sabido mantener vivas sus raíces y contribuir activamente al desarrollo cultural y social argentino.

El encuentro tuvo además un matiz especial: marcó la despedida del Embajador de Hungría en la República Argentina, Su Excelencia Péter Kveck, quien concluye su distinguida misión diplomática tras su labor al servicio del fortalecimiento de las relaciones bilaterales.

A lo largo de su gestión, el Embajador Kveck se destacó por su constante compromiso con la promoción del diálogo político, la cooperación económica y el intercambio cultural entre ambos países. Su dedicación, cercanía y espíritu constructivo dejaron una huella profunda en el ámbito diplomático argentino, así como en los múltiples espacios de encuentro que fomentó entre Hungría y América Latina.

En su discurso de despedida, el Embajador expresó su sincero agradecimiento al pueblo argentino por la calidez y hospitalidad recibidas, y reafirmó su confianza en el futuro de las relaciones entre Hungría y la región.
“Argentina es un país que llevo en el corazón —manifestó—, por su gente, su historia y su inquebrantable esperanza. Ha sido un honor representar a mi nación en esta tierra tan noble y fraterna.”

El acto concluyó con un sentido homenaje a los héroes de 1956, símbolo eterno de resistencia y libertad, y con el reconocimiento a la destacada labor del Embajador Kveck, cuya impronta personal y profesional será recordada con respeto y afecto por todos aquellos que compartieron su paso por la Argentina.