Donald Trump y el regreso de la diplomacia directa
En el Año Internacional de la Paz y la Confianza, el presidente estadounidense impulsa una vía de negociación personal para frenar el conflicto entre Rusia y Ucrania, reforzando el rol global de EE. UU.
En un mundo profundamente marcado por los efectos de conflictos prolongados, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado 2025 como el Año Internacional de la Paz y la Confianza, estableciendo un llamado global a la diplomacia preventiva, la cooperación multilateral y la resolución pacífica de disputas.
En este marco, el presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha comenzado una serie de gestiones que buscan facilitar el entendimiento entre Rusia y Ucrania, en un intento de encaminar el conflicto hacia una salida negociada. Trump, quien asumió nuevamente la presidencia con una agenda orientada a fortalecer el papel global de Estados Unidos, ha manifestado en reiteradas ocasiones que “la paz verdadera se logra hablando, no peleando”.
A través de canales paralelos de diplomacia informal y contactos con líderes regionales y europeos, Trump ha reactivado puentes de comunicación con Moscú y Kiev, apostando a su tradicional estilo directo de negociación. La Casa Blanca ha destacado su interés en promover una “mesa de diálogo sin condiciones previas”, donde las partes puedan exponer sus posiciones con el acompañamiento de actores neutrales y organismos internacionales.
Las iniciativas se inscriben en un contexto especial: el Año Internacional de la Paz y la Confianza busca fomentar espacios que incluyan activamente a jóvenes y mujeres en los procesos de construcción de paz. En este sentido, el gobierno estadounidense ha apoyado foros y encuentros regionales donde las nuevas generaciones son protagonistas en el diseño de políticas de reconciliación y convivencia.
El Departamento de Estado, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la diplomacia preventiva y con los principios del derecho internacional, abogando por una salida que respete la soberanía de los pueblos y reduzca el sufrimiento de las poblaciones afectadas.
El enfoque de Trump, caracterizado por su pragmatismo y su apelación a negociaciones bilaterales intensas, ha generado expectativa en la comunidad internacional. Analistas destacan que, a pesar de su estilo no convencional, su intención de destrabar el conflicto podría abrir una nueva etapa en los esfuerzos multilaterales de pacificación.
Mientras el mundo celebra este 2025 con la mirada puesta en la reconstrucción de la confianza global, los esfuerzos de la administración Trump para intervenir como mediador podrían marcar un giro inesperado pero necesario en uno de los conflictos más sensibles del siglo XXI.
Este 19 de mayo, tras una conversación telefónica de dos horas entre ambos Presidentes, el líder del Kremlin anunció que acordó con Trump trabajar en un “memorando sobre un posible acuerdo de paz” con Ucrania.
“Hemos acordado con el presidente de Estados Unidos que Rusia propondrá y está dispuesta a colaborar con la parte ucraniana en la elaboración de un memorando sobre un posible futuro acuerdo de paz, definiendo una serie de posiciones, como, por ejemplo, los principios del arreglo y el calendario de un posible acuerdo de paz”, declaró Putin.
Por su parte el presidente Zelenski expresó que, espera que la reunión pueda realizarse lo antes posible y que pudiera ser organizada por Turquía, el Vaticano o Suiza.
“Escuché lo que informó el presidente Trump sobre su llamada con Putin y estamos esperando estudiar la propuesta que presentará Rusia“, remarcó Zelenski.
Para finalizar el presidente Trump se mostró muy optimista al respecto y señalo, “Rusia y Ucrania iniciarán negociaciones de inmediato para lograr un alto el fuego y, lo que es más importante, el fin de la guerra. Las condiciones de esto se negociarán entre ambos, como solo puede ser, porque ellos conocen detalles de una negociación que nadie más conocería”.