Connect with us

Cultura

El Imperio Perdido

El reconocido escritor y periodista mexicano Juan Villoro, lo presenta en Argentina

Esta nueva edición conmemora el décimo aniversario luctuoso de José María Pérez Gay y confirma su obra como una referencia imprescindible en las letras y el pensamiento de México.

El imperio perdido marcó un acontecimiento fuera de serie en la cultura literaria mexicana: este conjunto de ensayos, que examinan el cambio del siglo XIX al XX en el Imperio austrohúngaro, sumó en su escritura la amplia erudición del autor con una sabia destreza narrativa y una elegante amenidad, y fue capaz (como sus numerosas reimpresiones sucesivas lo demuestran) de seducir y conquistar a una gran cantidad de lectores. Al incursionar en las historias de vida y las obras literarias de Hermann Broch, Robert Musil, Karl Kraus, Joseph Roth y Elias Canetti, este libro abre múltiples accesos a la cultura vienesa moderna con el objetivo de comprenderla, finalmente, como “nuestro futuro anterior”.

Ámbito Internacional entrevistó al agregado cultural de la Embajada de México en Argentina, Sr. Hector Orestes Aguilar, quien nos adentró aún más en la trayectoria del reconocido autor del Imperio Perdido.

Cómo logra José María Perez Gay llegar a estudiar en una Universidad alemana y por qué eligió Alemania, y no otro país?

La forma en que José María Pérez Gay llega a Alemania fue azarosa. Él había terminado una licenciatura en ciencias y técnicas de la comunicación en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México a mediados de los 1960. Por entonces, el gobierno alemán ofreció a estudiantes latinoamericanos recién graduados una serie de becas para estudiar posgrados muy interesantes, que incluían cursos de alemán durante seis meses; de tal modo que Pérez Gay, sin saber prácticamente nada de la cultura alemana, se embarcó en una aventura de la que ya no saldría jamás, pues de no poder siquiera entablar una conversación fluida pasó a ser un conocedor muy versado de la literatura alemana, conociendo de memoria largos poemas de autores clásicos como Heine. El haber logrado estudiar el doctorado en la Universidad Libre de Berlín le cambió la vida por completo, e hizo de él un erudito notable en temas de cultura germánica.

En qué cree que se basó al elegir estos cinco escritores y no otros para escribir El Imperio Perdido? 

Él se apasionó en la cultura de la Viena del fin de siglo XIX por vía de sus múltiples lecturas, pero en especial porque, en Berlín, leyó mucho a Walter Benjamin, un gran escritor alemán de origen judío, quien había escrito sobre alguno de los cinco autores tratados en El imperio perdido. Pero, además, contó con el estímulo de un filósofo y diplomático mexicano ahora muy olvidado, Miguel Cabrera Maciá, quien le abrió la mirada sobre la maravillosa matriz cultural que fue esa Viena, cuna de Sigmund Freud, del psicoanálisis y de tantas otras disciplinas o tendencias en la cultura y las artes.

Considera que estos escritores que eligió fueron unos adelantados en los acontecimientos que hoy podemos visualizar?

Lo fueron, en muchos sentidos. Vieron, diagnosticaron e hicieron perceptible, a través de sus obras, muy diversas entre sí, lo que le esperaba a Europa, al mundo y sobre todo a esa gran simbiosis cultural judeo-alemana que floreció en Viena, de la que cuatro de los cinco autores fueron grandes protagonistas. El quinto, Robert Musil, sin ser judío, también se nutrió de esa fusión de civilizaciones para desarrollar una obra de gran densidad filosófica. Todos son tremendamente actuales, no sólo no han perdido vigencia, sino que han cobrado una vitalidad inesperada. Cuando uno de ellos, Hermann Broch, habla sobre el “vacío de los valores” para hablar de la atmósfera que hizo posible el ascenso del nazismo, pareciera estar describiendo nuestra época actual, donde hemos perdido mucho la brújula ética.

Que legado cultural considera que ha dejado entre México y Alemania el autor de este libro?

Más que entre México y Alemania, entre América Latina y el campo cultural alemán, porque con El imperio perdido, José María Pérez Gay ofrece una magnífica introducción a una serie de autores que pocas veces han sido tratados en conjunto desde nuestra lengua y desde nuestras escenas literarias. Es, además, una invitación muy estimulante a continuar lecturas vinculadas a los autores y temas tratados en el libro.

Cómo era Perez Gay? me lo podría definir en pocas palabras

José María Pérez Gay era un hombre muy sabio, generoso y reflexivo.
Con un gran sentido del humor, tenía una fantasía inigualable, contaba con una enorme imaginación y una profundidad de pensamiento que le permitió vincularse de manera especial con autores como los tratados en El imperio perdido. La cultura literaria mexicana lo extraña enormemente.

Juan Villoro, escritor y periodista mexicano

Que representa para usted presentar el Imperio Perdido en Argentina un país con tanta afinidad a México?

La presentación de El Imperio Perdido, en Buenos Aires, viene a saldar una especie de deuda con las lectoras y lectores argentinos, porque se trata de un conjunto de ensayos –que se leen con la amenidad y el interés de una buena novela— que será, sin duda alguna, muy del interés de todos aquellos que quieran sumergirse en la fascinante cultura vienesa moderna, el “futuro anterior” de las sociedades occidentales contemporáneas, como la argentina y la mexicana. 

La presentación estará a cargo del reconocido escritor y periodista mexicano Juan Villoro, en el Auditorio Astor Piazzolla del Centro Cultural Borges el próximo miércoles 5 de julio a las 18.30 hs.
Cabe destacar que José María Pérez Gay nació en Ciudad de México en 1943 y falleció en 2013. Fue un escritor, traductor, académico y diplomático mexicano. Residió 15 años en Alemania, donde estudió el doctorado en Filosofía en la Universidad Libre de Berlín. Tradujo a grandes autores del Fin de Siglo vienés, como Karl Kraus y Joseph Roth, y a otros clásicos de lengua alemana, como Franz Kafka, Walter Benjamin y Paul Celan. Es reconocido como un importante pensador crítico sobre la historia y la cultura germánicas. En 1992, la República Federal Alemana le confirió la Orden de la Gran Cruz al Mérito; en 1995, el Goethe-lnstitut lo galardonó con la Medalla Goethe, y es el único mexicano en haberla recibido, y en 1996 la República de Austria le otorgó la Cruz de Honor para las Ciencias y las Artes, Primera Clase.

Advertisement

Copyright © 2018 Ámbito Internacional | El mundo en un solo lugar.

Translate »