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Embajadas extranjeras

Italia es mucho mas que la pasta de los domingos

Miles de descendientes italianos disfrutaron esta celebración

Junto a campesinos partían -desde Italia- hacia América “personas habituadas al trabajo duro”, fundando casas de comercio y fábricas. Ya sea por ellos que sostenían la utilidad de la emigración o por aquellos que la condenaban. Los armadores rechazaron cada una de las limitaciones. Los de Génova, en crisis por la competencia de la flota mercantil inglesa en el comercio de cereales del Mar Negro y del Mediterráneo oriental, veían en el transporte de los emigrantes al Río de la Plata un remedio a la crisis.

En este ambiente la obra de Jacobo Virgilio, nace con la teoría de la expansión fundada en la emigración: el comercio entre Italia y Sudamérica había aumentado gracias a las casas comerciales fundadas por los italianos en Brasil, Chile, Guatemala, Haití, Guyana, Perú, Venezuela, e sobre todo Argentina y Uruguay.

“Sobre el Océano” hacia la América

El viaje era una experiencia traumática, o al menos muy dura. Y no solo para aquellos campesinos que nunca habían visto el mar, sino también para los otros. En el 1888 sobre el barco “Matteo Bruzzo”, partido de Génova hacia el Brasil, murieron 18 emigrantes por falta de víveres, y otros 27 murieron por asfixia en el 1889 sobre el “Frisca”. En el mismo año, un jóven médico, Teodoro Ansermini, que prestaba servicio sobre la nave “Giava”, en viaje hacia Buenos Aires, relevó la ausencia de higiene, el amontonamiento de los enfermos en un espacio muy restringido y la falta de agua y aire fresco. Durante la navegación, varios enfermaron de tifus, viruela y de difteria. Una comisión nominada por el ministerio de Marina encontró verdaderas las acusaciones del médico y le censuró su comportamiento. Pero en 1889, con su obra “Sull’oceano” Edmundo De Amicis llevó este problema a la atención de la mas amplia opinión pública.

Una vez arribados a Sudamérica los inmigrantes eran hospedados en las “Casas de Inmigración”. En Buenos Aires, el Hotel de Inmigrantes era un inmenso galpón de madera, donde recibían una ración suficiente de comida, dormían en amplios salones y eran atendidos si enfermaban. Pero la mujeres eran separadas de los hombres, y la separación aumentaba el sentimiento de inseguridad. De todos modos, después de cinco días, los inmigrantes debían buscarse un trabajo. Cosa que era aprovechada por  especuladores que no faltaban.

En Sudamérica los inmigrantes italianos no debieron afrontar graves problemas de carácter racial o étnico, aunque su inserción no fue siempre fácil. Las sociedades sudamericanas, sobre todo la brasileña, mucho mas que la argentina, eran sociedades en formación, donde los recién llegados venían a encontrarse con estructuras consolidadas. Y no se sentían ni siquiera portadores de una civilización superior, sólo a veces en comparación con los indios.

En el año 1910 alcanzó la presidencia de la República Argentina, Roque Sáenz Peña. El hizo aprobar una ley electoral que concedía el sufragio secreto y universal. Así los inmigrantes se convirtieron en ciudadanos argentinos de pleno derecho, de modo de influir en las elecciones políticas del país. La asimilación fue facilitada y se mantuvieron vivas las tradiciones italianas, la verdadera patria comenzó a ser la Argentina. Por otro lado ya había crecido una generación que de la patria de origen conocía solo aquello que habían narrado los padres.

Razones de la emigración a la Argentina

En los primeros decenios del 1800 se habían visto grupos limitados de personas que llegaban sobretodo por razones de trabajo. Esta fase fue definida “Liguria” por la prevalencia de genoveses, interesados en el tráfico comercial. A partir de 1820 hubo también una inmigración política, que se intensificó después de 1848. La participación de los exiliados en la vida civil de Sudamérica, en defensa de la independencia y de la libertad de estos pueblos es el dato que distingue a este tipo de inmigración. Los exiliados no pedían solamente asilo, sino que llevaban a los pueblos que los recibían la contribución de sus pasiones políticas y de sus ideas. El ejemplo mas notable es obviamente aquel de la “legión italiana” de Garibaldi, pero se podrían recordar también otros. La segunda fase tuvo inicio con el año 1870 y duró hasta 1890. Ella fue definida como “noroccidental” per la prevalencia de emigrantes provenientes de la Italia del norte. Desde 1890 al 1920, una prevalencia di meridionales. La gran inmigración que tuvo inicio en 1870 estuvo ligada a los procesos de transformación que tuvieron lugar en el campo. Se discute si esta ola migratoria fue causada mas por factores internos que externos, si se ha tratado de un proceso de expulsión de Italia que no encontraban ya las condiciones elementales de supervivencia, o a un proceso de atracción da parte de la “Mérica” (así, simplemente, los inmigrantes definían en sus cartas a la nueva tierra) sobre las personas que querían mejorar sus condiciones de vida.

Es indudable que en esas décadas hubo un empeoramiento de estas condiciones y que ellas serían todavía mas graves si la presión demográfica no hubiera encontrado alivio en la emigración. Cierto, no se pueden siquiera excluir, entre las motivaciones que empujaban a dejar Italia, la voluntad de tentar fortuna, a menudo bajo el ejemplo de sus paisanos, ya sea que la hubieran encontrado o que la imaginaran en Sudamérica, mas cercana o al menos posible. La documentación disponible, y sobretodo las cartas de los inmigrantes que hasta hoy han sido publicadas, ponen de relieve sobretodo la dificultad de la nueva vida y, junto con ella aquella que los inmigrantes dejaban tras sus espaldas, porque una parte notable de esta documentación fue reunida por aquellos que por sus intereses económicos, eran contrarios a la emigración, a la pérdida de mano de obra. Queda todavía, mas allá de cualquier revisión histórica, el hecho de que el abandono en masa de los campos, la separación de las comunidades de origen, no fue ciertamente un fenómeno indoloro. El cálculo de la riqueza que los inmigrantes aportaron a Italia con sus remesas no debe hacer olvidar lo difícil y fatigoso que fue, en la mayoría de los casos, ahorrar y acumular bienes.

En 1853 la Argentina se convierte en una república federal. El estado federal promueve con mucho empeño el proyecto estatal de colonización agrícola que atrajo a gran parte de las poblaciones europeas inmigrantes: en este período son las primeros intentos de inmigrantes italianos de adquirir inmuebles en las provincias o directamente del estado argentino.

Inicialmente se trató de pequeños grupos de personas pero entre 1860 y 1878 las adquisiciones de nuevas y grandes porciones de Pampa dieron un notable empuje a la política inmobiliaria gubernamental.

En las zona de la provincia de Corrientes desde 1853 muchas sociedades privadas de colonizaciones alquilaban tierras a las familias de colonos italianos. Fue así que en la Argentina si difundió hacia 1865 el sistema aplicado inicialmente en Corrientes en 1853: la anticipación a los inmigrantes de los gastos del viaje y de aquellos necesarios para instalarse en el lote asignado por parte de la empresa.

La “Comisión de Inmigración” nace para aumentar la producción agrícola y favorecer la inmigración de campesinos al país. La producción agrícola nacional era insuficiente según la necesidad del país: los cereales eran importados pagándolos con lo recaudado por la venta de las carnes. Los capitalistas ingleses por detrás de los “gauchos” dedicados a la cría de ganado y al pastoreo estaban en un neto contraste con la política agrícola del país y a menudo buscaban de obstaculizarla.

En la Provincia de Buenos Aires ya hacia 1870 una disposición asignaba gratuitamente, a jóvenes matrimonios de agricultores, terrenos a condición que construyeran una casa y que lo cultivaran, así que la ley fue lanzada en 1876 por el Gobierno argentino para la colonización y la inmigración lo cual empujó a muchos a dejar Italia, sobre todo de Calabria para tentar fortuna en la Argentina.

La ley preveía que los territorios nacionales fueran divididos en lotes de 40.000 hectáreas para asentamientos urbanos y suburbanos, ofreciendo ya sea la posibilidad de asignación de terrenos gratuitos, o pagaderos en cuotas a precios muy convenientes.

Para los compradores las únicas obligaciones eran aquellas de residencia y de cultivar la tierra; la preferencia del origen campesinos era fácilmente superada porque casi todo los trabajadores agrícolas del “Meridione” Italiano eran entonces en busca de trabajo. Según el censo de 1895 sobre un total de 407.503 propietarios agrícolas mas de una cuarta parte eran de nacionalidad extranjera y entre estos 62.975, mas de la mitad, eran Italianos.

Cuando en 1882 el gobierno decide de conceder gratuitamente 25 hectáreas de terreno a núcleos familiares, los colonos buscaron de obtener en concesión las tierras mas cercanas a la costa: desde Santa Fe hasta Buenos Aires, desde Corrientes a Entre Ríos, la política agrícola de las Provincias argentinas atrajo el mayor flujo de inmigrantes campesinos de la historia moderna.

“Y esta tendencia, al igual que los hábitos y costumbres, se mantuvo a través de las décadas. Una muestra de esto es que, de los seis millones de italianos que hay en todo el mundo por fuera de Italia y más de un millón ocho mil ciudadanos se concentran solo en la Argentina”, expresaba el Diputado de la República italiana Mario Borghese según los datos del Consulado de Italia en Buenos Aires.

Este 29 de septiembre se celebró Italia en la Ciudad de Buenos Aires, festividad a la que acudieron miles de descendientes italianos, que pudieron disfrutar de la incomparable gastronomía, de la música sin igual, donde se lucieron representantes de las colectividades italianas de todo el país.

En el escenario no falto el reconocimiento -por parte del cónsul Riccardo Smimmo- a tres personalidades argentinas descendientes de italianos, el Dr. Rene Favaloro, Astor Piazzolla y Juan Manuel Fangio. Asimismo, el aplauso fue efusivo por parte de la masiva concurrencia hacia el embajador Giuseppe Manzo presente entre el público.

Para finalizar, el cierre de dicho evento estuvo a cargo de la Orquesta Popular La Notte della Taranta que hizo vibrar a los miles de asistentes.

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