Con influencias húngaras, serbias y centro-europeas, esta ciudad deslumbra con su arquitectura Art Nouveau, su vibrante vida cultural y su alma cosmopolita
Subotica es la quinta ciudad más grande de Serbia y está situada en la región de Vojvodina, al norte del país, justo en la frontera con Hungría. Esto da como resultado que en la ciudad haya una combinación de culturas, estilos e idiomas.
Aunque Serbia tiene la segunda sinagoga más grande de Europa, después de la de Budapest. La sinagoga de Subotica tiene capacidad de hasta 1600 personas, 850 hombres en la planta baja y 550 mujeres en la galería.
Fue construida en 1902 y es la única sinagoga que contiene elementos del Art Nouveau húngaro, lo que la hace aún más excepcional. La decoración floral con motivos de plumas de pavo real, tulipanes, rosas o lirios están representados por todo el edificio. Las vidrieras se hicieron en el estudio de Miksa Róth en Budapest y la decoración de la fachada y las tejas en la fábrica de cerámica Pécs Zsolnay.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad judía superviviente de Subotica no pudo hacerse cargo del mantenimiento del edificio. En 1976, la sinagoga pasó a ser propiedad de la ciudad y de las instituciones locales. Desde entonces y hasta el 2018 ha estado en proceso de reconstrucción y restauración. Hoy en día es uno de los lugares más turísticos de la ciudad.
El edificio Art Nouveau más impresionante de Subotica es sin duda el Palacio Raichle. Construido en 1904 fue el hogar y oficina del arquitecto Ferenc Raichle, hasta que se declarase en bancarrota cuatro años después de su construcción.
El Palacio Raichle es lo primero que ven los visitantes cuando llegan por primera vez a Subotica en tren, e inmediatamente los deslumbra con sus formas, decoración y colores inusuales.
El arquitecto Raichle Ferenc desestimó todas las reglas y patrones establecidos en el diseño y creó un edificio sorprendente. La monumental entrada al palacio representa un corazón al revés. El motivo de corazón está omnipresente, ya sea hecho de cerámica, mosaico de murano, hierro forjado, madera tallada o molduras, siempre se presenta de una manera nueva y original.
El despacho de arquitectura de Raichle estaba en la planta baja, y en el primer piso había un gran comedor con un jardín de invierno, que también servía como salón de baile, un salón para hombres fumadores, decorado como una habitación turca, un salón para mujeres, un dormitorio, un baño, un vestidor y una habitación para niños. Raichle no disfrutó de su casa durante mucho tiempo porque se declaró en bancarrota solo cuatro años después de mudarse. Su palacio con muebles, artículos de lujo y obras de arte fue vendido en una subasta.
Hoy alberga la Galería de Arte Moderno de Subotica, mientras que el patio forma parte del famoso Boss Caffe. Desde la terraza de este precioso café-restaurante podrás maravillarte con los detalles arquitectónicos del palacio.
El Ayuntamiento de Subotica, un tesoro del Art Nouveau, se alza majestuoso en el corazón de la ciudad desde su construcción en 1908. Diseñado por los arquitectos de Budapest Marcell Komor y Dezső Jakab, fusiona el estilo Art Nouveau de la época con elementos del folclore húngaro.
Destacado por sus detalles florales estilizados y su ornamentación diversa, el Ayuntamiento es el edificio más grande de la ciudad, ocupando una superficie de casi 6,000 m². Su distribución simétrica, con cuatro patios interiores y cuatro entradas, lleva a un impresionante vestíbulo con una escalera ceremonial en mármol. Este emblema arquitectónico no solo alberga funciones administrativas, sino también oficinas municipales, archivos históricos, boutiques y bancos.
La torre de 76 metros, con un mirador a 45,5 metros, ofrece una vista panorámica imperdible de Subotica y sus alrededores.
En el interior, se encuentran tres salas destacadas: la Verde, la Amarilla y la Gran Sala, esta última siendo el corazón del edificio, donde se celebran reuniones municipales y eventos importantes. Tiene dieciséis magníficas vidrieras, consideradas unas obras de arte excepcionales.
La fusión de estilos y la exuberante ornamentación hacen del Ayuntamiento de Subotica una visita obligada para los amantes de la arquitectura y los apasionados por la historia.