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Cultura

Un pedacito de Japón en Argentina

Esta Casa de Campesinos atesora obras invaluables

De tan solo imaginar que una auténtica casa de campo japonesa esté situada en el gran Buenos Aires, mas precisamente en Boulogne ya nos dio mucha curiosidad. Así que fuimos a conocerla.

Tras pasar un portón de madera, nos quedamos boquiabiertos de la maravilla arquitectónica que teníamos frente a nosotros. Nos llevo varios segundos reaccionar.

Sus dueños, Patricia y Guillermo Bierregaard, además de derrochar amabilidad con todos sus visitantes, son los responsables de esta fascinante propiedad que también, atesora mas de 1000 piezas de arte japonés de distintas épocas. Varias de ellas únicas por su técnica milenaria, a las cuales podemos disfrutar gracias al esfuerzo de este matrimonio que transformo este lugar en un museo, al que llaman “Museo Minka”; cuyo significado es Casa de Campesinos, uno de los mas importantes fuera de Japón, incluso reconocido por el Ministerio de Cultura de dicho país.

Una oferta laboral fue el motivo por el cual los Bierregaard emprendieron viaje al país del sol naciente allá por el año 1972, los planes indicaban que la estadía sería por unos 3 años como máximo. Pero se extendió un poco mas, y llegaron a quedarse 32 años.

Antes de regresar a Argentina, como cualquier viajero, deseaban traer un recuerdo, algo que atesorara a las memorias de sus vivencias, después de esta extraordinaria experiencia, y estando tan impregnados de la cultura nipona, no tuvieron mejor idea que comprar una casa de campo, de casi 300 años de antigüedad y trasladarla a Buenos Aires.

No fue una tarea fácil, ya que debieron desarmarla y guardarla en un tinglado durante 5 años -desde 1979 hasta 1984- para finalmente trasladarla desde Nagoya hasta el Puerto de Buenos Aires.

Armarla aquí tampoco fue sencillo, porque tiene una particularidad, no lleva un solo clavo, todo es por encastre.

Los expertos japoneses tuvieron que seguir cuidadosamente los planos elaborados por el arquitecto Junzo Yoshimura, a quienes les llevo tres semanas poder armar todo el esqueleto de la casa, para luego continuar con las diferentes paredes. La misma tiene más de 1000 m², e increíblemente les llevo 22 años terminarla por completo -1984/2006-.

En ese lapso, Guillermo fue adquiriendo piezas de arte únicas en remates de arte contemporáneo, conociendo a distintos artistas, llegando a coleccionar así una enorme cantidad de piezas de un invaluable valor.

Pero semejante sacrificio, hoy brinda sus frutos multiplicados al matrimonio Bierregaard en satisfacción y placer de tener un pedacito de Japón en Buenos Aires y poder compartir su esencia y sabiduría milenaria con la comunidad.

Guillermo hoy se complace en recibir a la gente, para compartir sus vivencias, anécdotas y mostrar cada detalle de su casa, de su Museo.

Dicen que el cerebro es como un gran museo donde se guardan historias e imágenes varias a lo largo de los años, luego de conocer el Museo Minka, les puedo asegurar sin lugar a dudas, que ocupará un lugar especial.

Para conocerla, palpar y respirar esta cultura visitando este hermoso Museo Minka, antes deben coordinar con sus propietarios.

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