Si hay nombres destacados entre los protagonistas de la historia del antiguo Egipto el de Tutankamón es, sin duda, el más célebre de todos ellos. Su fama se debe, como todos sabemos, al apasionante episodio de la historia de la egiptología relativo al hallazgo de su tumba en el Valle de los Reyes, acaecido el día 4 de noviembre del año 1922 de la mano del arqueólogo británico Howard Carter y con el patrocinio del quinto conde de Carnavon, George Edward Stanhope Molyneux Herbert, más conocido como Lord Carnavon. Pero no fue hasta el día 26 cuando él y su compañero Lord Carnarvon accedieron a la tumba. El descubrimiento de la tumba no fue en modo alguno casual, Carter sabía que habían hallado lo que tanto buscaba.
La tumba, que se encuentra en el Valle de los Reyes en Egipto, consta de cuatro salas que, entre todas ellas, reunían más de 5000 piezas de gran valor; Debido al meticuloso trabajo del arqueólogo Carter, se tardó ocho años en vaciar la tumba, y todos sus objetos fueron trasladados al Museo Egipcio de El Cairo. De todas estas piezas la más importante es la máscara funeraria de Tutankamón de oro macizo encontrada en la cámara interior dentro del sarcófago del faraón. La excavación fue muy lenta y minuciosa, dándose por finalizada el 8 de noviembre de 1930, cuando extrajeron los últimos objetos.
La singularidad de este hallazgo arqueológico, la riqueza del ajuar encontrado en la tumba del joven rey y el hecho de que su momia fuera hallada en el lugar que había sido designado treinta y dos siglos atrás como el de su descanso eterno, hicieron sin duda que la popularidad de ese faraón egipcio fuera universal desde el momento en que su sepulcro fue localizado. Pero la fama de Tutankamón no se ha eclipsado en el tiempo transcurrido desde el descubrimiento de su pequeño hipogeo, identificado con el número 62 en el conjunto de tumbas de la necrópolis real del Valle de los Reyes.
Tutankamón fue coronado faraón egipcio de la XVIII dinastía cuando contaba con ocho o diez años. Falleció muy joven, su reinado se caracterizó por restablecer el culto y orden tradicional de Amón, bajo la influencia de los sacerdotes y generales conservadores, pero su prematura muerte hizo que no se consolidara su poder.
El reinado de Tutankamón no fue notable y el tamaño algo reducido de su tumba casi intacta, atestigua este hecho. Pero su cobertura fue mundial por ser una de las tumbas localizadas mejor conservadas obteniéndose valiosa información sobre la época y el esplendor y la riqueza de las tumbas reales.