La base Marambio -anteriormente denominada base aérea Vicecomodoro Marambio- es la principal estación científica y militar permanente que Argentina mantiene en la Antártida. Se halla bajo dependencia de la Fuerza Aérea Argentina y se encuentra ubicada en la isla Seymour o Marambio. Esta isla tiene alrededor de 14 km de longitud por 8 km de ancho y la base está construida sobre una meseta a unos 200 msnm. Las temperaturas en el lugar llegan fácilmente a los treinta grados bajo cero y los vientos a 120 km/h, los cuales, a su vez, son los que evitan una gran acumulación de nieve en la zona de la meseta. La base se encuentra a 3304 kilómetros de Buenos Aires.
Debe su nombre a Gustavo Argentino Marambio, pionero de la aviación argentina sobre el sector antártico. Fue fundada el 29 de octubre de 1969, y se mantiene en actividad durante todo el año con población permanente.
Durante todo el año se desarrollan diferentes actividades científicas como la medición de ozono atmosférico en otras y se otorga especial atención en la Protección del Ambiente. Algunas de las actividades científicas en la base están reunidas en el LAMBI (Laboratorio Antártico Multidisciplinario en Base Marambio).
El incremento de la actividad antártica argentina desarrollado desde 1940 creó la necesidad de una pista aérea operable durante todo el año por aviones con ruedas. Los vuelos del vicecomodoro Mario Luis Olezza al Polo sur y las frecuentes operaciones desde la base Matienzo mostraban la necesidad de asegurar mejor el transporte y las comunicaciones en el sector.
En diciembre de 1951 el vicecomodoro Gustavo Marambio sobrevoló la bahía Margarita en el sector noroeste de la península antártica, luego, en 1952, estudió posibles lugares de aterrizaje en el Sector Antártico argentino que es oficialmente parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
En la década de 1960 la Fuerza Aérea Argentina se empeñó en localizar una zona apta para habilitar una pista de aterrizaje destinada a la operación regular y continua de aeronaves de gran porte en la Antártida. El 25 de noviembre de 1968 un grupo de la Fuerza Aérea embarcado en el rompehielos ARA General San Martín, se posó sobre la meseta de la isla Marambio a bordo de dos helicópteros Bell UH-1 para recoger muestras de terreno y efectuar mediciones y observaciones de la zona. Su reporte sobre el lugar fue decisivo ya que no había grandes obstáculos que pusieran en problemas las maniobras aéreas y la longitud de la meseta esta virtualmente libre de hielo.
El 30 de agosto de 1969 el equipo de la Fuerza Aérea liderado por el vicecomodoro Olezza ocupó la isla. Se trasladó materiales y personal desde la base Matienzo con el propósito de construir una pista de aterrizaje en la meseta. Fueron necesarios varios viajes de un avión monomotor DHC-2 Beaver para movilizar los recursos necesarios. El personal transportado, 23 oficiales y suboficiales, constituyó la «Patrulla Soberanía», instalándose, dos campamentos «Alfa» al mando del teniente Francisco Florencio Mensi, en la bahía, al pie de la meseta y sobre la misma el «Campamento Beta» al mando del teniente Mario Víctor Licciardello. Estos hombres trabajaron duramente en condiciones extremas utilizando picos y palas, para construir la pista de aterrizaje que se requería.
En septiembre de 1969 la nueva pista tenía una extensión de 300 metros, el mismo avión Beaver que había trasladado al personal y equipo, realizó el primer aterrizaje con ruedas en el Casquete Polar Antártico. En septiembre de 1969, cuando la pista tenía 400 metros, permitió el aterrizaje de un bimotor Douglas C-47.
La «base aérea Vicecomodoro Marambio» fue fundada el 29 de octubre de 1969 cuando un Fokker F-27 Friendship de la Fuerza Aérea Argentina al mando del vicecomodoro Erwin Roberto Kern, partió de Río Gallegos y aterrizó en la base Marambio, transportando autoridades civiles y militares. Esta fue el primer aterrizado de un vuelo a la Antártida que partió desde otro continente usando ruedas convencionales. La Antártida dejó de ser un lugar aislado, ya que las bases de diversos países quedaron interconectadas con el resto del mundo a lo largo del año. Fue considerado el más importante evento antártico de la década.
El F28 T-01 en la base, el 28 de julio de 1973, después de un vuelo de prueba para el viaje de Raúl Lastiri.
El 11 de abril de 1970, cuando la pista tenía ya una longitud de 1200 m, permitió la operación de aviones de transporte de gran tamaño como el C-130 Hercules que aterrizó con sus ruedas ese día al mando del comodoro Arturo Athos Gandolfi.15 El Fokker F-28 Fellowship presidencial T-01 Patagonia fue el primer jet que aterrizó en la Antártida el 28 de julio de 1973.