El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el principal órgano mundial dedicado a los DD.HH. estará presidido por primera vez en la historia, por un argentino, el Sr. Embajador, Su Excelencia, Federico Villegas Beltrán.
Sabido es que en el ADN de la República Argentina se encuentran los Derechos Humanos y que desde la recuperación de la Democracia del país, no se concibe la misma sin los DD.HH., quizá esa sea la primordial razón por la cual en una elección por aclamación Argentina fue elegida para presidirla durante el año 2022. Cabe destacar que al Consejo lo integran 47 naciones.
Durante muchos años la preocupación de los diferentes Estados era lo que sucedía en las naciones, sin importar si los ciudadanos eran esclavizados, discriminados o torturados; sin embargo a partir del holocausto, la humanidad toda dijo nunca más, todas las personas tienen derechos.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, es donde se adoptan y desarrollan los nuevos estándares de protección de esos derechos. Incluso ya el 24 de enero próximo se estará analizando la situación de ocho países en materia de Derechos Humanos a través el primer ejercicio de examen periódico universal; para luego continuar –entre mucho trabajo por delante- con temáticas como el cambio climático, la discriminación por orientación sexual, los derechos humanos en la era digital, la discriminación de la mujer y los derechos de personas mayores, entre otras.
Ámbito Internacional dialogó en exclusiva con el flamante presidente de dicho Consejo, el Embajador, S.E. Federico Villegas Beltrán.
Sabido es que la República Argentina viene trabajando desde hace años en torno a los Derechos Humanos. ¿Cuál sería su opinión respecto a los indultos?
En el contexto de la evolución histórica de los DDHH en la Argentina, los indultos fueron un claro retroceso al revertir el proceso de justicia del Juicio a las Juntas llevado a cabo durante el gobierno del Presidente Alfonsín. Los indultos a los máximos responsables y luego las leyes de impunidad para los rangos menores dejaron sin justicia a las víctimas y sus familiares. Y claramente es una institución que no fue pensada ni corresponde para crímenes de lesa humanidad.
Más de 12 millones de personas desarrollan su trabajo en condiciones forzosas, bajo amenaza o coacción, incluso en los países más ricos, según la OIT. ¿Existe algún plan concreto actualmente que pueda revertir esta situación?
En Ginebra se aborda el tema del trabajo forzado, y las nuevas formas de esclavitud, en varios ámbitos. En el CDH al abordar los derechos económicos y sociales, los derechos de los trabajadores migratorios. En la OIT hay mucha normativa y mecanismos para denunciar este tipo de abusos. Y hasta en la OMC estamos negociando un acuerdo sobre la prohibición de la pesca ilegal donde estamos abordando el trabajo forzado en barcos pesqueros.
De acuerdo al Índice global contra el hambre publicado por el Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Alimentarias, algunos países viven una situación de “hambre alarmante” ¿De qué manera se erradica?
A través de una transferencia masiva del paquete tecnológico de producción de alimentos, especialmente al África, un continente que tiene un enorme potencial para garantizar su propia seguridad alimentaria y ser un actor relevante en el comercio agrícola. Y esa transferencia puede venir del sur, porque países en desarrollo como la Argentina han logrado producir alimentos para 500 millones de personas en la misma superficie arable que países africanos. Mozambique, donde abrí la embajada argentina, tiene la misma superficie arable de la Argentina, 36 millones de hectáreas. Pero nuestro país produce en 34 de esas 36 millones de hectáreas. Mozambique utiliza 5 millones de las 36. Por eso decidieron que la Argentina sea el socio estratégico para la revolución agrícola de Mozambique.
Más de 70 millones de niños en el mundo no están escolarizados, según la ONG Educación Sin Fronteras. ¿Cómo se revierte esta situación cuando sabemos que varios países no destinan fondos necesarios hacia el sistema educativo?
Vinculando programas de empleo para los padres y madres de sectores vulnerables con la obligación del envío de los niños a la escuela y a la vacunación. Este tipo de asociación ya funciona y un programa de esa naturaleza de la Argentina ha sido reconocido como una mejor práctica mundial por la ONU. Otra forma es lograr el desarme nuclear y que se destinen los billones de dólares que cuesta el mantenimiento de ojivas nucleares a programas de cooperación para combatir el hambre y el analfabetismo en el mundo.
Sr. Embajador, en su discurso expresó “los Derechos Humanos tienen solamente 76 años. Por lo tanto, en términos relativos históricos, lo que estamos viviendo es la punta del iceberg” ¿Considera que se puede lograr un cambio a corto plazo en lo que respecta a todos los Derechos Humanos? ¿Cree que tanto el sector público como el privado deben trabajar sobre esto?
Sí, hay mucho espacio. Porque queda cada vez más claro que el sector privado tiene un rol fundamental en la vigencia de los derechos humanos. Las obligaciones internacionales las asumen los Estados, pero las empresas con su accionar pueden impactar negativamente en los DDHH y debe haber regulaciones para prevenir esta circunstancia. Hay muchos desarrollos ya en la ONU sobre empresas y DDHH, y ahora estamos negociando un instrumento vinculante.
¿Cuál será su mayor desafío al ejercer la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas?
Evitar que la politización latente no se transforme en una polarización que obstruya el rol tan noble del Consejo, que es velar por la vigencia de los DDHH en todo el mundo, ayudar a los países en sus desafíos y funcionar como la usina jurídica mundial para el desarrollo progresivo de normas y estándares a nivel mundial. Todo ello significa trabajar colectivamente para que la humanidad del futuro sea mejor que la que tenemos hoy y la que tuvimos en el pasado.