Arabia Saudita concede gran importancia a los derechos de las mujeres

Hasta hace poco tiempo atrás, era impensado ver a una mujer saudí ingresando a un estadio de fútbol, practicando algún deporte, o verla conducir su propio vehículo, ni hablar de verlas salir sin la presencia de un varón a su lado. Las mujeres hacían frente a una serie de obstáculos culturales, legales, sociales, económicos y políticos.

Mucho se ha escrito respecto de los derechos de la mujer en Medio Oriente y más precisamente en Arabia Saudita. Sin embargo, a través de una firme decisión política, el Reino ha dejado atrás una serie de leyes y costumbres oficiales de décadas, con el objetivo de mejorar los derechos de las mujeres. Esto comenzó a vislumbrarse con la creación -en 2008- de la Universidad Princess Noura en Riyadh, puesto que era la universidad para mujeres más grande del mundo; luego llegó el nombramiento de la primera viceministra en 2009, y más tarde con las integrantes femeninas del Consejo Shoura en 2013.

En los últimos años el Reino de Arabia Saudita ha sido testigo de la aceleración de desarrollos económicos, culturales y sociales que han impactado positivamente en la participación de la mujer en la escena pública, a tal punto que la fuerza laboral de las mismas no solo se ha incrementado en forma notable y en las más altas esferas, sino que se destaca exponencialmente. Estos cambios significativos siguieron materializándose con el Decreto Real de 2017 que reconoce el derecho de las mujeres a conducir. En tal sentido, se adoptó la aplicación de las disposiciones de la Ley de tránsito y su reglamentación, incluyendo el otorgamiento de licencias de conducir tanto para hombres, como para mujeres, en absoluto pie de igualdad con el fin de erradicar la discriminación existente contra la mujer. Los antecedentes antes descritos en el Reino de Arabia Saudita eran tan solo la preparación de un escenario mundial mucho más fuerte, siempre en la búsqueda de empoderar a la mujer saudí.

A los vientos de cambio que estaban soplando por voluntad del rey Salman y del príncipe heredero, ya nada podría detenerlos y de esta manera las mujeres recibían con beneplácito una nueva noticia; mismos requisitos que los hombres para obtener pasaporte y poder viajar al exterior. Las reglas, aprobadas por el rey Salman y su gabinete, permiten actualmente que cualquier persona mayor de 21 años viaje al extranjero sin consentimiento previo y que cualquier ciudadano solicite un pasaporte saudí por su cuenta. Está dicho, las mujeres sauditas pueden salir del país sin el permiso de un guardián masculino.

Otros cambios estipulan a las mujeres registrar los nacimientos de sus hijos, además de sus matrimonios y divorcios, como así también obtener documentos familiares; permitiendo que tanto el padre como la madre puedan ser los tutores legales de los niños; como así también obtener una tarjeta de identidad nacional o inscribir a sus hijos en la escuela.

Los cambios también llegaron a la diplomacia; la princesa Reema bint Bandar Al Saud, es la primera mujer que se convirtió en enviada del Reino, como embajadora saudita en los Estados Unidos, la cual elogió los cambios expresando “Me entusiasma confirmar que RAS (Reino de Arabia Saudita) pondrá en vigor enmiendas en sus leyes de trabajo y civiles diseñadas para elevar el estatus de las mujeres sauditas dentro de nuestra sociedad” Y agregó “Estas nuevas regulaciones son historia en desarrollo. Piden un compromiso igualitario de mujeres y hombres en nuestra sociedad. Es un enfoque holístico para la igualdad de género que sin duda creará un cambio real para las mujeres sauditas”. Aunque no es la única mujer al frente de una misión diplomática en representación del Reino, la Dra. Amal Almoallimi es la embajadora ante Noruega.

El ámbito laboral no podía estar ausente en dichas reformas, y a tal fin se incluyeron una serie de enmiendas para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en los derechos, los deberes y las condiciones de servicios, reafirmando que el trabajo es un derecho de los ciudadanos y la prohibición de discriminar por sexo; contemplando además, la igualdad de trabajo y salario entre géneros.

Un claro ejemplo de ello, es el nombramiento de Lynn Laverty Elsenhans, quien fue designada miembro del consejo administrativo de la compañía multinacional petrolera Aramco; este nombramiento se inserta en las reformas y en las aperturas impulsadas por el príncipe heredero para sostener el desarrollo económico y social de Arabia Saudita. Cabe destacar que las mujeres sauditas han venido ocupando cargos como viceministra, ministra adjunta, rectora universitaria, entre otros.

Asimismo, el régimen de seguridad social logró la igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a la edad de jubilación, estipulando en 60 años para ambos sexos. Otra modificación fue la creación del Consejo de Asuntos de la Familia, destinando a uno de sus comités para que se ocupe de los asuntos de la mujer y de la protección de su familia; constituyendo un marco institucional a fin de fortalecer y proteger sus derechos; comenzando a realizar talleres consultivos a fin de revisar las leyes más importantes relativas a las mujeres.

Por otra parte, se ha sancionado una ley que combate el delito de acoso y tiene como objetivo suprimir dicho delito, previniendo su ocurrencia, castigando a los autores, protegiendo a la víctima, a fin de salvaguardar la privacidad, dignidad y libertad de las personas garantizadas por las leyes. En cuanto al abuso se adoptó un reglamento el cual implementó un marco legislativo con la finalidad de extinguir la violencia contra las niñas y mujeres; y en el año 2016 se ha puesto en vigor el centro de recepción de denuncias, el cual recibe las denuncias domésticas emprendiendo las acciones legales pertinentes a dichos casos.

Respecto del fondo de pensión alimenticia, la ley garantiza que se entregue a los beneficiarios sin demora, o a aquellos que se ha emitido una orden judicial al respecto pero su sentencia definitiva sigue pendiente ante los tribunales; el derecho de custodia es para la madre sin la necesidad de presentar una demanda en un caso que no haya una disputa.

A nivel país se han puesto en marcha varias iniciativas destinadas a empoderar económicamente a las mujeres, entre ellas, es de destacar el programa “Qurra” de apoyo financiero a las mujeres trabajadoras que tienen niños en jardines maternales, el programa “Wusoul” para apoyar el transporte de mujeres trabajadoras, el programa “Apoyo al empleo libre”que amplía el círculo de oportunidades para aumentar los ingresos de las mujeres, el Programa “trabajo parcial” y el Programa “trabajo a distancia”, que permite que las mujeres atiendan a sus familiares logrando un equilibrio entre el trabajo y la familia, además de fortalecer a las mujeres de zonas rurales y remotas para incorporarlas al mercado laboral.

De acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Salud, Arabia Saudita puso en vigencia el pasaporte de salud para la madre y el niño, que se ocupa de cuidar la salud de la madre y su hijo desde la concepción y hasta que cumpla los 5 años.

Se instauró el Observatorio Nacional de la Mujer como un Hogar de experiencia dependiente del Instituto Rey Abdullah de Estudios e Investigaciones Consultivas de la Universidad Rey Saud que lleva a cabo tareas de monitoreo sobre la participación de las mujeres sauditas en el desarrollo y el papel cada vez más importante en las asociaciones e instituciones civiles, donde las mismas representan el 25% del total de miembros fundadores de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, de los Directorios de los bancos, de las cámaras de comercio y de la asociación de ingenieros sauditas, además del creciente número de sociedades caritativas fundadas o dirigidas por mujeres.

El Reino de Arabia Saudita concede gran importancia a los derechos de las mujeres, a tal punto que el feminismo no está contemplado como delito en las leyes del Reino; de esta manera sus derechos se ven reflejados en el desarrollo sostenible, siendo éste uno de los objetivos de la Visión del Reino 2030. Las mujeres sauditas han experimentado -en todos los niveles- cambios significativos en sus vidas, obteniendo un equilibrio entre pequeños logros y grandes avances; camino en pie de igualdad con el hombre. Sin temor a equivocarnos, una nueva era ha comenzado.