Carola Zech expone sus obras en diferentes partes del mundo

Carola Zech, argentina, licenciada en Artes Visuales por la Universidad Nacional de las Artes (UNA), artista e investigadora.

Ha recibido numerosos premios en diversas ocasiones y cabe destacar que sus obras han sido expuestas en diversos lugares del mundo.

Su obra se materializa en instalaciones bi y tridimensionales, y proyectos site-specific.

Ámbito Internacional dialogó en exclusiva con Carola Zech recientemente llegada de Arabia Saudita, quien actualmente expone en la Bienal en Jax District, en Riyadh
y en la Embajada de Alemania en Argentina.

Para quienes no la conocen, ¿cómo definiría brevemente su trabajo?

Mi trabajo es un sistema orgánico, impermanente y sustentable con el que interactúo en los diferentes contextos donde mi obra vive. Está conformado por volúmenes simples y policromados de metal, unidos con imanes en algunos casos. Cada volumen de color establece una relación determinada por la afinidad o rechazo con los demás. 

¿En que se inspira para crear sus obras y cuál es el criterio para seleccionar la temática de cada una de ellas? ¿Cuál es su metodología de trabajo, da por terminado un proyecto antes de comenzar con otro o los mantiene abiertos? ¿Cómo se organiza y ordena sus ideas cuando trabaja para otros? 

Me interésa la relación que existe entre el espacio, el color y la forma, pero focalizo en cuestiones relativas al color. Me gusta pensar que lo que hay en la naturaleza de la mezcla de un color podría ser similar a lo que sucede con la naturaleza del temperamento humano. En este sentido podría imaginar colores con nombre y apellido y personas de diversos colores. Imagino también campos magnéticos que expanden nuestra energía hacia la de los demás y que interactúan acercándose o alejándose. Un color se muestra, puede ser nombrado y pensado por el predominio cromático presente en la conformación de su mezcla. La especificidad de esta proporción, de la forma que lo contiene y del espacio que le da albergue, hace que ese color sea lo que es. Su ubicación en un entorno determinado genera una situación única.

Trabajo en varios proyectos a la vez, alrededor de estas pocas ideas. Hago maquetas tridimensionales y ensayos sobre ese espacio a escala del real con los volúmenes a escala también por lo general 1:50. Luego interactúo con procesos que provienen de la industria para construir los volumenes y luego los termino y pinto con el soplete acá en el taller.

Sus piezas tienen un gran sentido de interacción con el espectador. ¿Cuál es la reacción que busca en el público? ¿Qué conclusiones obtiene de esa interacción, cuando el espectador ya ha podido circular a través de ellas?

Son interactivas porque el espacio está en permanente construcción a partir de las relaciones que se establecen en él. Entonces dejo abierta la experiencia a la actividad del espectador, plantear la posibilidad de que suceda una convivencia lúdica y respetuosa entre los interactores, una experiencia social del espacio.

¿Que representa para usted haber sido elegida para exponer en JAX District, Arabia Saudí y que nos puede contar acerca de Arabia, en cuanto al arte y su cultura?

Es una enorme alegría haber sido seleccionada en el Open Call al que convocó Bienalsur y haber participado de la muestra Ecos. Un mundo entre lo analógico y lo virtual, con curaduría de Diana Wechsler, un verdadero lujo trabajar con ella. Arabia es una cultura de la que admiro sus geometrías, redes y tramas. Y ahora descubrí a su gente cálida y afectuosa.

¿Es posible encontrar en su obra influencias que van más allá de lo puramente artístico?

Me interesa mucho el pensamiento de Donna Haraway y de Doreen Massey, antropóloga y geógrafa contemporáneas respectivamente.