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Organismos Internacionales

Crisis sin precedentes que debe ser enfrentada

Los Ministros y Gobernadores del Banco Central del G20 analizaron el impacto econòmico mundial

En el marco de la situación global causada por la Pandemia del coronavirus, Ministros de Finanzas y Gobernadores del Banco Central del G20, se reunieron para analizar el impacto económico a nivel mundial.

Nuestra urgente prioridad colectiva es superar la pandemia de COVID-19 y sus interrelacionadas repercusiones sanitarias, sociales y económicas. Estamos decididos a no escatimar esfuerzos, tanto individuales como colectivos, para proteger vidas, controlar la pandemia, salvaguardar los empleos e ingresos de las personas, apoyar la economía mundial durante y después de esta fase y asegurar la resistencia del sistema financiero.

Hemos adoptado medidas inmediatas y excepcionales, en los planos nacional e internacional, para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones, entre otras cosas aplicando medidas sin precedentes en materia de estabilidad fiscal, monetaria y financiera y velando porque las instituciones financieras internacionales puedan prestar un apoyo decisivo a los países en desarrollo y de bajos ingresos.

Nuestros esfuerzos deben continuar y ampliarse. Nos comprometemos a utilizar todos los instrumentos de política disponibles para apoyar la economía mundial, fomentar la confianza, mantener la estabilidad financiera y prevenir efectos económicos profundos y prolongados. De conformidad con el mandato de la Cumbre extraordinaria de dirigentes del G-20, hacemos nuestro el Plan de Acción del G-20 en respuesta a la pandemia COVID-19, que establece los principios fundamentales que guían nuestra respuesta, y nuestros compromisos de adoptar medidas específicas para impulsar la cooperación económica internacional a medida que navegamos por esta crisis y miramos hacia una recuperación económica mundial sólida, sostenida e inclusiva.

Acogemos con beneplácito las importantes medidas ya adoptadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo del Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales para ayudar a los países necesitados, utilizando todos los instrumentos en la mayor medida posible como parte de una respuesta mundial coordinada. Apoyamos la adopción ulterior y la rápida aplicación de una respuesta financiera firme para ayudar a los países necesitados y mantener la estabilidad y la capacidad de recuperación financiera mundial. Como se indica en nuestro Plan de Acción, esta respuesta financiera incluye: la entrega de un paquete integral de apoyo del FMI; la aplicación urgente del apoyo propuesto por el Grupo del Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo, que asciende a más de 200.000 millones de dólares de los EE.UU.; el tratamiento de las vulnerabilidades de la deuda en los países de bajos ingresos debido a la pandemia; y la mejora de la coordinación entre las organizaciones internacionales para maximizar su impacto y optimizar el uso de los recursos.

Apoyamos una suspensión temporal de los pagos del servicio de la deuda para los países más pobres que soliciten la indulgencia. Acordamos un enfoque coordinado con una hoja de plazos común que proporcione las características fundamentales de esta iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, que también ha sido acordada por el Club de París. Todos los acreedores oficiales bilaterales participarán en esta iniciativa, de conformidad con sus leyes y procedimientos internos nacionales. Hacemos un llamamiento a los acreedores privados, trabajando a través del Instituto de Finanzas Internacionales, para que participen en la iniciativa en términos comparables. Pedimos a los bancos multilaterales de desarrollo que sigan estudiando las opciones para la suspensión de los pagos del servicio de la deuda durante el período de suspensión, manteniendo al mismo tiempo su calificación actual y el bajo costo de la financiación. Pedimos a los acreedores que sigan coordinando estrechamente en la fase de aplicación de esta iniciativa.

Plan de Acción del G20 – Apoyo a la economía mundial a través de la pandemia COVID-19.

COVID-19 es ante todo una emergencia sanitaria mundial. Las restricciones y medidas de contención establecidas son vitales para reducir la propagación de la pandemia. Pero también reconocemos que las medidas están teniendo un profundo impacto en nuestras economías. Por lo tanto, nosotros, los miembros del G-20, debemos trabajar colectiva y decisivamente para proteger y apoyar a nuestros ciudadanos y empresas, prevenir los daños a largo plazo y levantar las restricciones tan pronto como nuestras condiciones de salud lo permitan. Los líderes del G20 han pedido a los ministros de finanzas y a los gobernadores de los bancos centrales que elaboren un plan de acción en respuesta a COVID-19. Nuestro objetivo colectivo, establecido por los líderes del G-20, es proteger vidas; salvaguardar los empleos e ingresos de las personas; restaurar la confianza, preservar la estabilidad financiera, reavivar el crecimiento y recuperarse con más fuerza; reducir al mínimo las perturbaciones en las cadenas de suministro mundiales; prestar ayuda a todos los países que necesiten asistencia; y coordinar las medidas financieras y de salud pública.

Este Plan de Acción es un documento vivo y el primer paso de nuestra respuesta colectiva. En él se establecen los principios fundamentales que guían nuestra respuesta y nuestros compromisos con medidas específicas para impulsar la cooperación económica internacional mientras navegamos por esta crisis y miramos hacia una recuperación económica mundial sólida y sostenida, al tiempo que nos aseguramos de que el diseño de nuestra respuesta y su aplicación siguen siendo coherentes con el logro de un crecimiento sólido, sostenible, equilibrado e inclusivo.

Respuesta sanitaria: salvar vidas

Los ministros de finanzas tienen un claro papel que desempeñar para garantizar que todos los elementos de la respuesta de la asistencia sanitaria estén plenamente financiados, a fin de asegurar que salvamos vidas mediante la reducción de la propagación de la infección y la prevención de las olas de reinfección. Se necesita urgentemente una mayor colaboración y un aumento de la financiación para apoyar la aceleración de la investigación y el desarrollo de diagnósticos, terapias y vacunas. Trabajaremos en estrecha colaboración con los Ministros de Salud del G-20 y con los Ministros de Comercio e Inversión para apoyar la disponibilidad de suministros médicos y farmacéuticos esenciales.

Como miembros del G20, emprenderemos las siguientes acciones y haremos los siguientes compromisos para apoyar la respuesta sanitaria:

– Nos comprometemos a cumplir plenamente el Reglamento Sanitario Internacional (RSI 2005) y a seguir compartiendo entre los países datos e información oportunos, transparentes y normalizados, incluso sobre las medidas sanitarias y la eficacia de las intervenciones no farmacéuticas.

– Llevaremos adelante el compromiso de los líderes del G20 de proporcionar recursos inmediatos a las entidades clave de la salud mundial, de forma voluntaria. Colaboraremos rápidamente con los interesados directos para colmar el déficit de financiación en materia de salud mundial.

– Alentamos a que se hagan contribuciones voluntarias a todas las iniciativas, organizaciones y plataformas de financiación pertinentes que contribuyan al desarrollo, la fabricación y la distribución de diagnósticos, terapéuticos y vacunas de COVID-19.

– Hacemos un llamamiento a las organizaciones internacionales y a los organismos y alianzas de expertos pertinentes para que elaboren un informe basado en pruebas, bajo la dirección de la OMS, en el que se destaquen las medidas necesarias y las lagunas de financiación de COVID-19 que es preciso colmar.

– Convenimos en que las medidas comerciales de emergencia destinadas a hacer frente a COVID-19, si se consideran necesarias, deben ser selectivas, proporcionadas, transparentes y temporales, y que no creen obstáculos innecesarios al comercio ni interrumpan las cadenas de suministro mundiales, y que sean coherentes con las normas de la OMC. Estamos trabajando activamente para garantizar el flujo continuo de suministros y equipos médicos vitales.

Ante la pregunta de Ámbito Internacional:
La depresión económica de 1929 fue superada por la teoría keynesiana. El Banco Mundial previene una caída del PIB para América Latina y el Caribe de 4.6. ¿Qué sistema monetarista no debería utilizarse para evitar la depresión económica causada globalmente por la pandemia de coronavirus?

La respuesta fue contundente:
Esta es una crisis sin precedentes que debe ser enfrentada, y se deben dar líneas de créditos para pequeñas y medianas empresas. El objetivo es impedir la falta de equidad en los precios, porque de lo contrario la recesión va a empeorar.

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