El 4 de julio de 1776, el congreso de Estados Unidos aprobó la Declaración de Independencia. Esta declaración es lo que constituye a uno de los textos en el que quedaron exaltados dos principios que respaldaron -posteriormente- los grandes textos sobre derechos fundamentales: -libertad e igualdad-
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos fue un documendo adoptado por el Segundo Congreso Continental y leído solemnemente en la ciudad de Filadelfia, Pensilvania, el 4 de julio de 1776. A través de esta declaración, las trece colonias británicas que para entonces se encontraban en guerra contra el Reino de Gran Bretaña, se agruparon en una nueva nación independiente: Los Estados Unidos de América. El 7 de junio de 1776, Richard Henry Lee de Virginia dio a conocer una resolución instando al congreso a declarar la independencia de Gran Bretaña. Días después, Thomas Jefferson, John Adams, Benjamín Franklin, Roger Sherman, y Robert R. Livingston fueron nombrados miembros del comité que estaba encargado -en ese momento- de redactar una declaración de independencia y el cual se leyó en el congreso el 28 de junio. El 4 de julio el congreso adoptó la Declaración de Independencia, que presentaba quejas contra la corona británica. El documento fue impreso y se distribuyó por todas las colonias en forma de volante. Los volantes estaban en físico como hojas grandes de papel, normalmente impresas por un lado lo que para aquel entonces era la forma rápida de distribuir información importante. Se colocaban en los ayuntamientos y cafés, se leían en las iglesias y las reuniones públicas, y con frecuencia eran reimpresas, en su totalidad o solo fragmentos, en los periódicos locales. Filosóficamente, la declaración hace énfasis en dos temas: derechos individuales y el derecho de revolución. Estas ideas llegaron a ser aceptadas, en su mayoría, por los estadounidenses y también influenció en particular a la Revolución Francesa.
La Independencia de los Estados Unidos de América, a su vez, se consideró como la estructuración de los Estados Unidos como un estado nuevo e independiente que incursionó no solo en los asuntos de la vida política americana sino también de orden mundial. Este hecho se posicionó, históricamente, como uno de los más sobresalientes tuvieron lugar en el siglo XVIII.
Por su parte el Embajador de los Estados Unidos en Argentina, Edward Prado, celebró en su Residencia -el Palacio Bosch- su primer 4 de Julio fuera de los Estados Unidos.
A la misma asistieron diferentes diplomáticos, como así también, representantes del gobierno argentino.
En su discurso, el Embajador agradeció a los diferentes invitados, destacando al gran presente en la relación entre ambos países. Además hizo propicio el momento para recordar que hay mucho para celebrar. Nuestras Independencias, la amistad entre ambas naciones y el aniversario del bello Palacio Bosch.
Antes de brindar con una copa de Malbec, invito a disfrutar de un espectáculo especialmente preparado para la ocasión.
Luego, en un breve encuentro con la prensa expresó: “Las medida proteccionistas que lleva adelante el presidente Donald Trump, no están dirigidas a la Argentina sino a otros países”, “Estados Unidos va a apoyar a la Argentina”, también destacó “La muy buena amistad personal que une de largo tiempo a los presidentes Trump y Macri” y recordó que el presidente Trump “Apoya el trabajo que está haciendo el presidente Macri”, enfatizando que “Yo se que son tiempos difíciles pero la economía tiene que mejorar y nosotros tenemos fe de que Argentina debe seguir y ser el país que debe de ser”
Por último, el Embajador dijo que “El presidente Trump tiene intenciones de estar en la Cumbre del G20, tiene intenciones de estar aquí. Como conoce personalmente a Macri, creo que va a venir. Según sabemos en la Embajada, tiene todas las intenciones de estar en el G20.