En Argentina se consume vino desde principios del siglo XVI. Entre ellas estaba el Malbec, nombre que se le atribuye a un húngaro que vivió en el siglo XIX. Dicho viticultor fue quien identificó la uva y la introdujo en el mercado de Francia. Esos primeros imperios, expertos en vino desde hace varios siglos atrás, expandieron sus cultivos por Europa, cruzando luego los océanos para llegar a América de la mano de Cristóbal Colón.
Sin éxito en Centroamérica, a causa del clima caribeño, los colonizadores fueron probando las cepas por diferentes partes del continente, y para 1543, las vides ingresaron a la que más tarde sería la ciudad de Salta y a la zona de Cafayate, provenientes desde el Alto Perú. La necesidad de producir vino para la misa causó el “milagro”.
Desde el Museo Histórico Sarmiento, comentan que en 1841 Domingo Faustino Sarmiento contribuyó en Chile a la formación de la Quinta Normal de Santiago, a partir del modelo de la Escuela Normal de París, destinada al cultivo de plantas y de vides. A partir de esa experiencia, Sarmiento le propuso al Gobernador de Mendoza, Pedro Pascual, que contrate al ingeniero agrónomo francés, Michel Aimé Pouget, a quien ya había conocido en Chile. Fue así que Pouget se radicó en Mendoza en 1853 y fundó y dirigió la Quinta Normal.
Hoy en día, hay muchas maneras de celebrar el Día Internacional del Malbec, cuya celebración anual que se lleva a cabo el 17 de abril de cada año para conmemorar esta uva que se ha convertido en uno de los vinos más emblemáticos de Argentina.
Patrick D`Aulan, de tradición vitivinícola y dueño de la Bodega Alta Vista, tuvo la genial idea de organizar un almuerzo en un hotel céntrico de la Ciudad de Buenos Aires para compartir su experiencia y conocimiento con un grupo muy selecto de diplomáticos extranjeros acreditados ante la República Argentina, además de la participación del Embajador argentino, S.E. Marcelo Gilardoni, con lo cual estuvieron representados varios continentes.
La familia del conde Patrick D’Aulan -perteneciente a la nobleza europea del siglo XIII- fue propietaria en Francia de la renombrada casa de champán Piper-Heidsieck durante casi un siglo y medio hasta que se vendió en 1998.
Patrick se graduó en París con una maestría en derecho internacional y luego decidió agregar a su familia grandes logros en el mundo del vino.
Además de su pasión por los vinos, a Patrick le encanta viajar, navegar y volar helicópteros (es piloto certificado).
Hoy en día cuenta con 4 terroirs ubicados en las mejores zonas vitivinícolas de Mendoza, Luján de Cuyo y Valle de Uco. Además, tiene un contrato de Terroir Management con un viñedo en Cafayate, Salta, donde cosecha torrontés.
Desde su inicio, y a lo largo de más de veinte años, fue pionero en vitivinicultura. En 2006, registro la marca Terroir y lanzo al mercado Alta Vista Terroir Selection, elaborado con las mejores uvas Malbec, de cada uno de sus viñedos.
La bodega Alta Vista fue la primera en Argentina en producir y comercializar vinos Single Vineyard de Malbec, elaborados bajo este concepto: uva proveniente de un único viñedo, con características propias inigualables.
Hoy haciendo foco en espumantes, contando con dos líneas principales Atemporal y Alta Vista, cada una con un Brut Nature, un Extra Brut y un Extra Brut Rosé.
¿Cómo es la uva Malbec?
Malbec es la uva con que todas las bodega se abren cancha a la hora de exportar, y fue Argentina quien trabajó con la cepa y la posicionó en el éxito que tiene ahora. Cuando Sarmiento fue a Francia y trajo la Malbec, para ellos era una uva de descarte, debido a que el clima allá no es tan cálido y las uvas y las pieles no llegan a madurar tanto y quedaba un vino ácido, tánico, astringente. Los franceses usaban esa especie para hacer vino de corte, es decir, mezclaban un poco con la Malbec solo para darle color.
Desde entonces la Malbec se adaptó al suelo y al clima argentino, y se convirtió en la uva más plantada en la Argentina. Si bien la Torrontés es la única uva nativa, la Malbec se distribuyó en todo el país, obteniendo excelentes resultado en todas las regiones. En la actualidad, hay más de 43 mil hectáreas con esa variedad, constituyéndose en la cepa más representativa del país.