Diplomáticos de Francia en América recorrieron la muestra de Magda Frank

Una importante delegación de representantes diplomáticos franceses acompañados por la embajadora de Francia en Argentina, S.E. Claudia Scherer-Effosse,  recorrieron la obra de la artista húngara Magda Frank “Moderna y Precolombina” la cual por primera vez se puede apreciar en nuestro paìs en el Museo de Arte Tigre (MAT).
Los diplomáticos de Francia Pascal Teixeira Da Silva, embajador en Chile; Odile Roussel, embajadora en Guatemala; Frank Marchetti, embajador en Canadá; Jean-Paul Seytre, embajador en Uruguay; Romain Nadal, embajador en Venezuela, y el Agregado Cultural de la Embajada de Francia en Argentina Stéphane Chouin, fueron recibidos por el intendente de Tigre, Julio Zamora, la directora del museo Graciela Arbolave, y el curador de las obras, Tulio Andreussi.
Al respecto, Julio Zamora expresó “Estamos recibiendo a la embajadora francesa en Argentina y a  embajadores franceses que temporalmente están en el país y vinieron a conocer la muestra de Magda Frank, una artista que vivió tanto en Francia como en Argentina. En este marco, hay una unión entre ambos países a nivel cultural, por eso el motivo de esta visita que hoy tanto nos enorgullece en el MAT”.

Asimismo, Graciela Arbolave directora del museo se refirió con motivo de la visita de los embajadores “La embajadora francesa en Argentina trajo a sus colegas compatriotas al Municipio de Tigre, para que conozcan esta muestra. Hay elementos que enlazan a ambos países, como la edificación de este Museo que fue realizada por arquitectos franceses o la presencia de las obras de Magda Frank, escultora con más monumentos públicos emplazados en Francia”.
Moderna y Precolombina presenta 80 piezas entre esculturas, varias nunca expuestas, dibujos, archivos fotográficos y textos de la artista, que van acompañando la exhibición, relatos íntimos que surcan una existencia de búsquedas interiores, de preguntas que se traducían en obras. En ese sentido, la muestra gira en torno a dos espacios: un anillo exterior en el que se realiza este acercamiento textual, fotográfico y escultórico y un jardín central en el que las obras se presentan desnudas, brutales, en madera, bronce y piedra.

La muestra es una retrospectiva que abarca todos sus estilos a lo largo de su carrera, desde el expresionismo figurativo de posguerra, el inicio de la abstracción y después cuando evoluciona hacia un estilo americanista”, comenta el curador, quien conoció a la artista a través del crítico francés Pierre Restany, y con quien mantuvo una relación de amistad que devino en la compra de obras y la Casa Museo.
“Esta muestra trata sobre un ser humano que sobrevivió a la barbarie del hombre occidental y ante lo terrible, ante la herida que queda en la vida, se plantea qué hacer, cómo hacer para continuar”.

Se puede decir que Frank quien sobrevivió al holocausto y a la guerra fue una de las escultoras de mayor reconocimiento mundial del siglo pasado, cuentan que era “casi tan fuerte como el material que tallaba”

Nació en 1914 en Kolozvar, Transilvania, Hungría que en ese momento era territorio húngaro (actualmente la ciudad rumana Cluj). Escapó de la muerte gracias a una familia que la refugió en Suiza parte de la Segunda Guerra. Si bien vivió treinta y cinco años en Francia, se enamoró de Argentina y decidió radicarse en nuestro país, adoptando la ciudadanía argentina.
Su primer gran mármol se lo dedicó a su hermano Béla, torturado a muerte por la Gestapo; en 1950, viajó a Buenos Aires para visitar a su único hermano sobreviviente.
En 1957 representó a nuestro país en la Bienal de San Pablo y, en 1959, compitió por el Premio Palanza contra legitimadísimos escultores argentinos (Lorenzo Domínguez, Pablo Curatella Manes, Gyula Kosice). Partió de vuelta hacia Europa un año después y estudió en la Escuela del Louvre y en el Museo del Hombre, donde continuó la profundización en el arte precolombino que acá había comenzado. André Malraux le encargó sus primeros monumentos urbanos y durante las tres décadas que estuvo en París, pobló las plazas con sus estructuras de piedra y bronce; como también hay monumentos urbanos de Magda en Budapest, Zagreb y en Tel Aviv.
En Argentina recibió el premio Quinquela Martín, en el Museo Municipal de Bellas Artes Eduardo Sívori y fue distinguida por el Senado de la Nación por su excelsa obra. En 1995, se radicó en el país.

La muestra puede visitarse hasta fin de año en Paseo Victorica 972 de 13 a 18hs. con entrada libre y gratuita para todos los vecinos.