Finlandia celebra este año sus 101 años de Independencia, un siglo en el que el país nórdico ha pasado de ser una región económicamente atrasada a liderar los baremos internacionales en educación, igualdad, innovación y transparencia.
Finlandia perteneció al Reino de Suecia durante casi siete siglos, desde el siglo XII hasta 1809, año en el que pasó a formar parte del Imperio Ruso como un gran ducado autónomo. Cuando el Parlamento de Helsinki declaró su independencia de Rusia en 1917, meses después del triunfo de la Revolución Rusa, era uno de los países más pobres y menos desarrollados de Europa.
Sin embargo, la sociedad finlandesa ha registrado una impresionante metamorfosis hasta transformarse en una nación próspera e igualitaria, a menudo envidiada por sus avances socio económicos. El sistema educativo finés, considerado uno de los mejores del mundo, es probablemente el logro que despierta más admiración a nivel internacional por sus excelentes resultados en las pruebas PISA que elabora la OCDE. Tanto es así que todos los años, desde la publicación en 2000 del primer informe PISA, visitan el país nórdico miles de políticos y expertos en educación de todo el mundo para aprender los secretos del modelo educativo finés, un fenómeno que la prensa local bautizó con cierta sorna como turismo PISA. Pero no es el único logro. En 2016, Finlandia fue declarado por séptimo año consecutivo el país con mayor libertad de prensa del mundo en el informe de Reporteros sin Fronteras. También encabezó el escalafón mundial de los países más estables políticamente, según la ONG estadounidense Fund for Peace, y la lista de los Estados más respetuosos con el medio ambiente, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Yale.
Calidad de vida Transparency International considera a Finlandia el segundo país menos corrupto del mundo, por detrás de Dinamarca, y ocupa también la segunda posición en las listas de innovación y de igualdad de género que elabora el World Economic Forum. Asimismo, solo Dinamarca supera a Finlandia en la tabla de países con mejor calidad de vida de la Unión Europea (UE), según un estudio comparativo de la agencia europea de estadística Eurostat.
Los expertos locales hablan del “milagro económico finlandés” para describir la profunda transformación del país a partir de su Independencia, desde una sociedad profundamente agraria a una de las naciones punteras en innovación y tecnología.
“Los elementos clave del éxito del país son un fuerte compromiso con la igualdad, una educación básica de alta calidad para todos, una mentalidad pragmática y una toma de decisiones políticas basada en el consenso, incluso en tiempos de crisis”.
En Buenos Aires, el Embajador de Finlandia Sr. Teemu Turunen, junto a su esposa Lotta Maki-Turunen, también celebraron el Día de la Independencia, Ámbito Internacional, participó como invitado especial al evento.