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Embajadas extranjeras

Jodyali y un pedido de justicia que ya lleva mas de 30 años

Consideramos que estos hechos pasados no deben volver a ocurrir y siendo optimistas
creo que vamos a vivir en paz, con Armenia

La noche del 25 de febrero de 1992, tropas del Ejército armenio, apoyadas por una unidad motorizada del Ejército ruso – la Unión Soviética se había desmembrado un año antes – ingresaron a territorio de Jodyali y generaron una matanza de civiles que, según organismos internacionales de Derechos Humanos como la “Human Rights Watch” y la organización “Memorial”, aquella matanza de ciudadanos civiles inocentes, fue la más grande ocurrida en una sola jornada.

En efecto, en la noche que va del 25 al 26 de febrero de 1992 fueron masacrados seiscientos trece ciudadanos civiles azeríes- entre ellos, 106 mujeres, 63 niños y 70 ancianos. Todos ellos, totalmente inocentes.

Un millar de azeríes fueron hechos prisioneros, en tanto que muchos ciudadanos, residentes permanentes de Jodyalí, debieron emigrar y refugiarse en otras regiones de Azerbaiyán, desde donde aún hoy no han podido regresar a sus hogares en Jodyali.

Como consecuencia de aquel brutal ataque militar, un centenar de personas desaparecieron y hasta el día de hoy, no se conoce sus destinos.

A 31 años del aquel trágico acontecimiento para numerosas naciones, tanto de Asia, como de Europa y de América Latina, el genocidio de Jodyalí se enmarca en muchos otros ataques por tropas militares armenias, entre los cuales no podemos omitir el bombardeo y la ocupación el 23 de julio de 1993 de la ciudad azerbaiyana de Agdam, hoy denominada por muchos como la “Hiroshima Caucásica”, por el extremo de su destrucción demográfica.

El paso de los años no puede ni debe impedir el recuerdo de aquellos hechos que marcan, no sólo la vida de los países y sus sociedades, sino también al conjunto de la humanidad. Sobre todo, si aquellos hechos representan la violación de los derechos humanos de hombres, mujeres, niños y ancianos.

Las tropas armenias cometieron atrocidades que dejaron además a 25 niños sin padre y madre, 130 niños que perdieron a uno de sus progenitores. 487 heridos. 1.275 azerbaiyanos tomados como rehenes y 150 de ellos aún en condición de desaparecidos, lo que significa que esos crímenes, la investigación y la necesidad de castigo a los responsables aún es presente.

En el libro “Black Garden: Armenia and Azerbaijan Through Peace and War” -Jardín Negro: Armenia y Azerbaiyán a través de la paz y la guerra- del autor Thomas de Wall, cita al ex presidente armenio Serzh SargSyan, quien en una declaración, que en el campo del derecho podríamos calificar como a confesión de parte relevo de pruebas, confiesa “Antes de Jodyalí los azerbaiyanos pensaban que los armenios no eran capaces de tocar a la población civil. Logramos derribar esa opinión. Y esto sucedió”.

Bien sabemos que sin verdad no hay justicia, no hay reparación y eso hace difícil avanzar en el camino de la concordia. Ya que los crímenes que quedan impunes allanan el camino para la comisión de nuevos delitos.

El Embajador de la República de Azerbaiyán en Argentina, Su Excelencia, Ramzi TEYMUROV, manifestó: “Es algo muy doloroso para mí, describir la historia del pasado de mi país, pero quiero compartirlo con ustedes. Obviamente por los hechos graves ocurridos no estamos condenando a todos los armenios, es solamente un crimen cometido por los nacionalistas, y quiero destacar que la comunidad internacional durante treinta años ha cerrado los ojos frente a este hecho.
Por esta razón considero que es una injusticia, nosotros estamos contra la violencia, sobre los dobles estandartes que existen contra la religión, la etnia, etc.
Todo lo que ha ocurrido debe ser condenado, pero lamentablemente hasta el día de hoy no se ha dado lugar a dicha condena.
Azerbaiyán luego de esperar 30 años tuvo que liberar la zona y lo hicimos bajo el mandato de derecho que nos permitió la ONU para la liberación de dichos territorios; siempre hemos visto que existían doble estándares contra nuestro país. Por esa razón nosotros liberamos los territorios por la fuerza y consideramos que estos hechos pasados no deben volver a ocurrir.
Somos optimistas y en breve consideramos que vamos a vivir en paz, con Armenia”.

En dicha reunión, el Embajador de Azerbaiyán presento a su amigo, el Embajador de Turkiye en Argentina, Su Excelencia, Süleyman Ömür Budak, quien expreso: “Agradezco al querido hermano Embajador de Azerbaiyán en darme la palabra. Como él lo destacó he comenzado mi carrera diplomática en el año 2004, y estuve en ese momento que les comenta el Embajador de Azerbaiyán; en ese tiempo todos los periódicos del mundo escribían sobre el Cáucaso y se preguntaban por qué Cáucaso? porque esta región es muy importante y fueron aisladas personas que vivían allá, hasta que Azerbaiyán tras esperar 30 años pudo recuperar su lugar.
Azerbaiyán necesita que estos refugiados puedan volver a sus lugares y haya justicia. Aprovechando que estoy aquí les doy mi gran apoyo y las condolencias por este hecho ocurrido; como así también agradezco al Gobierno argentino la ayuda brindada a mi país con motivo del terremoto”.

Por último, es el deseo de todas las personas de buena voluntad que dicho conflicto culmine por la vía del diálogo y se logre una paz duradera, y definitiva, lo cual será en favor de los pueblos hermanos de Armenia y de Azerbaiyán, sirviendo de ejemplo a toda la humanidad.

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