La cultura del té en Azerbaiyán y Türkiye es una importante práctica social que muestra hospitalidad, construye y mantiene los lazos sociales y se utiliza para celebrar momentos importantes en la vida de las comunidades. Aunque existen varios tipos de té y técnicas de elaboración, las comunidades de ambos países cosechan y consumen principalmente té negro.
Las comunidades preparan el té utilizando una gran variedad de teteras, fabricadas de forma artesanal. La bebida se sirve recién hecha y caliente, en tazas con forma de pera hechas de cristal, porcelana, loza o plata.
Se suele acompañar de dulces, azúcar, rodajas de limón, mermeladas y frutos secos. En algunas regiones de Azerbaiyán, algunas comunidades también añaden al té especias y hierbas locales, como canela, jengibre y tomillo.
La cultura del té es una parte esencial de la vida cotidiana para todos los estratos de la sociedad, y proporciona un fuerte sentido de identidad cultural.
Entre sus portadores se encuentran los cultivadores y cosechadores de té, los propietarios de salones de té, los fabricantes y los artesanos que realizan las herramientas, los utensilios y confeccionan los dulces asociados.