En medio de la frondosidad de la Sierra Nevada de Santa Ana, se abre un espacio que contrasta con el entorno y hace evidente la huella del hombre en esta Reserva de la Biosfera. La Ciudad Perdida fue levantada por los indígenas tayrona alrededor del año 650 d.C. y visitarla es hacer un viaje en el tiempo hasta el conocido como periodo Neguanje.
Llegar hasta la Ciudad Perdida no es fácil. Estas estructuras antiguas se encuentran escondidas en la selva y habrá que completar un camino de 4 días haciendo trekking para llegar a ellas. Eso sí, la experiencia y el destino final merecen totalmente la pena.
La investigación más reciente realizada la Ciudad Perdida y su entorno demostraron que las zonas de vivienda más antiguas son aproximadamente del 650 d.C., y que estuvieron ocupadas hasta por lo menos el 1100 o 1200 d.C. Algunos arqueólogos estiman que pudo haber tenido entre mil quinientos y dos mil habitantes.
Esta población estaba conformada por más de 250 terrazas distribuidas en ocho “barrios” que se comunicaban a través de una red de caminos empedrados y escaleras en las laderas. Asimismo, se construyeron templos, residencias, plazoletas y sitios de reunión.
La Ciudad Perdida o Teyuna es un claro ejemplo de la convivencia entre la naturaleza y el hombre. Para las comunidades indígenas, descendientes de los tayronas, este es uno de los lugares sagrados dentro de los territorios ancestrales y tiene un espacio muy importante dentro del ámbito de la espiritualidad.
El tour a la Ciudad Perdida se puede realizar con cualquier agencia autorizada de la zona. Este se puede completar en 4 o 5 días saliendo desde Santa Marta en un recorrido por la selva tropical, donde se atravesarán maravillosos senderos llenos de naturaleza y aire puro. Durante el recorrido se pasará por comunidades indígenas, se cruzará el río Buritaca unas tres veces y se podrán contemplar una gran cantidad de aves.
Para llegar hasta allí hay tres opciones diferentes de caminos. El primero recorre el margen del río Guachaca y El Mamey y atraviesa las ruinas de Mutanyi y Koskúnguena, antiguos poblados de los Koguis. El segundo es más difícil y nos lleva por las localidades de Minca y Filo Cartagena y las ruinas de otro asentamiento de tayronas. Finalmente, el tercer camino es el más arriesgado y nos ofrece el ascenso a picos nevados y las ruinas de los poblados arhuacos.
Con la elección de cualquiera de los tour disponibles conocerás la Sierra Nevada de Santa Marta y podrás admirar las diferentes comunidades indígenas descendientes de los autóctonos Tayronas, quienes aún utilizan su dialecto y mantienen sus costumbres culturales.
Otra razón para animarse a conocer esta reliquia turística es que se trata de una importante reserva de la biosfera, declarada con tal distinción durante el año 1979 por la Unesco y dentro de ella se esconde esta maravillosa ciudad perdida.