El Mar de China Meridional tiene un valor estratégico crucial para las economías que tienen costas sobre él. Tanto su valor en recursos como su centralidad como vía de comunicación juegan un rol fundamental al momento de comprender los ejes de este conflicto. En los últimos años China ha mostrado con creces su intención de fortalecer su presencia en el área a través de buques pesqueros, islas artificiales, ejercicios militares y establecimiento de guardias costeras.
Actores extra regionales como Estados Unidos y Reino Unido también alegan que los conflictos en este mar comprometen la libre navegación en los mares y el comercio internacional, por lo que de escalar un conflicto mayor, supondría la adhesión de otros actores. El devenir de los acontecimientos es incierto, aunque puede vislumbrarse que no tendrá una solución diplomática en el corto plazo. El mar de la China Meridional o el mar del Sur de China es el nombre usado comúnmente para referirse al principal cuerpo de agua del Sudeste Asiático, pues sus aguas bañan las costas de ocho Estados de la región. La Organización Hidrográfica Internacional (IHO, por sus siglas en inglés) acuñó el nombre South China Sea (su traducción en español es mar del Sur de China) en su publicación Limits of Oceans and Seas en 1953. Vietnam ha denunciado un nuevo mapa publicado por el gobierno de China, que describía las amplias reclamaciones del país en el Mar de China Meridional. El mapa llamado “nuevo estándar”, fue publicado por el Ministerio de Recursos Naturales de China el 28 de agosto pasado; el cual contiene una versión más amplia de la afirmación china que el mapa que China presentó a las Naciones Unidas en 2009. Pham Thu Hang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam, expresó en un comunicado que las reivindicaciones marítimas y de soberanía descritas en el mapa, en particular la inclusión de las cadenas de islas Paracelso y Spratly, son “inválidas”. Han “violado la soberanía de Vietnam sobre las islas, así como su soberanía, sus derechos de soberanía y sus derechos de jurisdicción sobre las regiones marítimas de Vietnam según lo determinado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS)”.
La República Popular China, actor principal de este conflicto, ha construido varias islas artificiales en el archipiélago de Spratly; a pesar de que no están habitadas, estas islas tienen un alto valor tanto geoestratégico como económico, sus aguas acogen un tercio del tráfico mundial marítimo y contienen importantes reservas pesqueras que proveen de alimento a poblaciones de toda la región; almacenando una gran cantidad de recursos naturales, especialmente petróleo y gas. Los reclamos territoriales de la República Popular China en el Mar de China Meridional basados en su línea de demarcación de nueve trazos violan la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, dictaminó un tribunal de arbitraje independiente en julio de 2016. A su vez ha construido puestos militares en islas artificiales sobre rocas y arrecifes en el mar, ha intimidado a las flotas pesqueras de los países vecinos con su milicia marítima y ha llevado a cabo lo que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, describió en septiembre de 2020 como vigilancia energética ilegal de sus vecinos. Vietnam fue uno de los primeros países en firmar la Convención de las Naciones Unidas sobre e Derecho d e Mar (UNCLOS) en 1982 y, en ese momento, exhortó a otros países en la región, especialmente los de la ASEAN, a respetar y acatar el tratado.
Las disposiciones de la Convención sobre el Derecho del Mar es un documento internacional multilateral que representa un compromiso global, que abarca todas las cuestiones jurídicas más importantes relacionadas con los mares y océanos, incluidos los fondos marinos y el subsuelo bajo el mar, teniendo en cuenta los intereses de todos los diferentes países (incluidos los costeros y países sin litoral, desarrollados y en desarrollo). Los esfuerzos de la nación para frenar el comportamiento de la República Popular China son constantes y promueve la cooperación con países vecinos frente al conflicto del mar meridional que va más allá de Vietnam, ya que pone en juego un conflicto internacional de mayor envergadura. Albert Hoffmann, presidente del Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM), en el mes de abril del corriente año, elogió los esfuerzos de Vietnam en hacer cumplir la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.