Además de sus delicias gastronómicas, Jacmel ofrece una riqueza cultural para explorar. Entre ellas las calles de la ciudad, las galerías de arte que exhiben artesanía local, visitar la hermosa playa Raymond Les Bains, donde podrá degustar pescado fresco y saciar su sed con deliciosas aguas de coco, para una auténtica y refrescante experiencia costera y un evento único que no puede dejar de disfrutar si viaja a Haiti, es el famoso Carnaval de Jacmel, una explosión de color, música y bailes tradicionales.
Con sus exuberantes paisajes, su rico patrimonio cultural y sus emocionantes actividades, este destino promete un viaje inolvidable a quienes buscan autenticidad y belleza natural.
Esta ciudad también está repleta de arroyos de aguas cristalinas, perfectos para un refrescante descanso o una relajante sesión de pesca. Explore los senderos ocultos y déjese cautivar por la próspera biodiversidad de la región, donde la naturaleza reina por excelencia. Sin olvidar las magníficas playas de Kabic, como “Ti Mouillage”, donde la arena fina y las aguas turquesas invitan a la relajación y a los deportes acuáticos.
Cayes-Jacmel está impregnada de una rica historia y una vibrante cultura, reflejada en sus majestuosos templos e iglesias. Con más de treinta y dos templos de todas las confesiones, incluyendo la bautista, la Iglesia de Dios y la católica, la comuna es un símbolo de diversidad religiosa y tolerancia.
Ya sea que busque relajarse en la playa, disfrutar de aventuras culturales o delicias culinarias, Jacmel y sus alrededores prometen una experiencia veraniega inolvidable, combinando las tradiciones haitianas con el encanto caribeño.